10 abril, 2009

Paremos la ofensiva de las camarillas

El avance capitalista en la universidad

La escandalosa asunción de Hallú como rector de la UBA, que contó con el aval del Gobierno Nacional, se realizó no sólo bajo la promesa de reforma de los estatutos, sino además bajo el compromiso de una triplicación del presupuesto educativo y una pronta respuesta a los problemas más acuciantes de una universidad en crisis. A 3 años de la asunción nada de esto se ha concretado. 

Bajo la gestión de Hallú, el déficit presupuestario se ha agravado. El derrumbe edilicio generalizado de la universidad es la muestra más brutal de este fenómeno. Con más de la mitad de las dependencias sin gas y con áreas enteras clausuradas por peligros de derrumbe, la UBA llegó al colmo de tener a la mismísima facultad de Ingeniería funcionando rodeada de andamios y carteles de peligro. 

La falta de presupuesto implicó, una vez más, que la inflación sea mayor a los incrementos salariales logrados con sacrificio y lucha por nuestros docentes y que permanezcan miles de docentes en condición de ad honorem (¡o sea que trabajan gratis!). 

Las camarillas universitarias no solo se adaptaron a la falta de presupuesto, fueron mucho más allá, reformando los estatutos universitarios para desentenderse de su responsabilidad en el otorgamiento de becas y en el financiamiento de comedores y albergues estudiantiles. La deserción masiva de estudiantes por problemas presupuestarios lejos está de preocupar a las camarillas, quienes no tuvieron el más mínimo reparo en avanzar en el intento de cerrar la sede oeste del CBC. 

La falta de presupuesto fue usada concientemente por las camarillas que dirigen la universidad para profundizar la política de recursos propios (venta de servicios, pasantías truchas, posgrados arancelados) impulsando reformas de las carreras de carácter limitacionistas sustentadas en la descalificación de los contenidos de grado.

La orientación social capitalista llevada adelante por las camarillas universitarias no solo tiene manifestaciones hacia el interior de la universidad. A lo largo de la gestión Hallú, las camarillas jugaron fuertemente en el alineamiento de las facultades que dirigen con los bloques capitalistas nacionales. Mientras los “decanos progres” se desvivieron por defender la política de regimentación mediática impulsada por el kirchnerismo (Ley de Radiodifusión, Observatorio De Medios), los derechistas encubrían con informes truchos la contaminación ambiental de Botnia, avalaban el robo de los fondos del ANSES, suscribían convenios con la mina La Alumbrera, a condición de encubrir la contaminación ambiental y el saqueo de las riquezas naturales. Sea para defender al Gobierno K o a la oposición patronal, los decanos y el rector no dudaron un segundo en poner las facultades que dirigen al servicio de los grupos capitalistas que abogan por profundizar los negociados en la universidad.

La crisis capitalista agudizará el conjunto de las contradicciones sociales hacia el interior de la universidad.

Límites del avance del radicalismo y la derecha

El cuadro político de la elección tiene como dato fundamental el intento de las fuerzas del régimen y del rectorado, en primer lugar las ligadas a Franja Morada, de recuperar algunas direcciones de Centros en manos de la izquierda como paso previo a conquistar la dirección de la FUBA. Para las camarillas dicho objetivo es fundamental. Necesitan derrotar a la izquierda en las elecciones para garantizarse la elección en paz del nuevo rector en la Asamblea Universitaria. Quieren evitar por este medio que se repita la experiencia del 2006 cuando la elección del rector se demoró todo un año y concluyó con la escandalosa Asamblea Universitaria realizada dentro del Congreso Nacional. 

 La preocupación de las camarillas sobre este punto condujo al adelantamiento del calendario electoral. Fue la confesión de que la elección se iba a realizar con el viejo Estatuto ya que la promesa de realizar una reforma democratizadora del cogobierno no fue llevada adelante. En 4 años de mandato las camarillas no fueron capaces de realizar, como si sucedió en otras universidades nacionales, ni siquiera algún tipo de reforma inocua que sirva al menos como una lavada de cara del actual régimen basado en la camarilla profesoral. Las internas y choques entre ellos los paralizó. 

 Los autodenominados “decanos progresistas” han quedado expuestos de manera vergonzosa. La reforma de los estatutos fue su principal excusa para cogobernar la universidad. El intento de la derecha de sepultar la democratización es directamente proporcional al fracaso de este espacio político, ubicado entre los principales garantes del avance de los radicales y sectores más derechistas. 

El avance del radicalismo y de los sectores más derechistas no es el resultado de una derrota del movimiento estudiantil sino que tiene como base la inconsistencia del llamado bloque progresista de los decanos (Schuster, Sorín, Aliaga, Trinchero) para estructurar una línea independiente. Los representantes de la “mesa de enlace” se han impuesto ampliamente sobre los K. El cogobierno entre ellos (pacto Hallú-Sorín) le ha servido a la derecha para avanzar sobre los `progres`. Estos, una vez, han sido utilizados como material de descarte. 

Este reforzamiento del radicalismo y la derecha se da en un cuadro de choques y disputas entre ellos. Esta situación le pone un límite al avance de la derecha, y abre posibilidades enormes para ser aprovechadas por el conjunto del movimiento estudiantil combativo. Fue la disolución del progresismo quien abrió las puertas para un crecimiento de la derecha y no una derrota del movimiento estudiantil combativo. Esta situación es la que determinará una fuerte polarización política entre las fuerzas independientes, de izquierda y combativas de la universidad contra las camarillas privatizadoras. 

Por un bloque independiente de la izquierda y los luchadores


 La derecha y sus variantes se jugará a fondo, en las próximas elecciones, a golpear al conjunto del movimiento estudiantil combativo de la universidad. La necesidad de sepultar la lucha por la democratización iniciada en el 2006 es una necesidad para avanzar en la profundización de una política privatista en la universidad. Su ofensiva, sin embargo, deberá chocar con el movimiento estudiantil combativo que ha crecido en el conjunto de la universidad.

La polarización social que existe en la universidad deberá manifestarse necesariamente en las próximas elecciones. Para evitar el avance de la derecha sobre los centros y la FUBA, es necesario reagrupar en un bloque político al conjunto de las fuerzas independientes de las camarillas y de los bandos patronales con que estas se alinean. La derrota de la derecha no debe verse, sin embargo, como la defensa del statu quo adquirido, sino como el punto de apoyo para impulsar la lucha contra la Asamblea Universitaria y el régimen de camarillas. Con el mandato recibido se abrirá una lucha de conjunto, que pondrá a las camarillas en crisis, sin que esta vez cuenten con el apoyo del gobierno nacional para salir en su socorro.

Llamamos a las agrupaciones de izquierda, independientes y de lucha a conformar un bloque político que sepulte las tentativas de las camarillas universitarias de avanzar sobre las conquistas del movimiento estudiantil combativo, como paso decisivo en la lucha contra la próxima Asamblea Universitaria y por la democratización de la universidad.

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PLENARIO GENERAL DE LA UJS PARA LA UNIVERSIDAD
SABADO 8 DE AGOSTO - 10HS 


FACULTAD DE CS. SOCIALES - SEDE MT (marceto T. 2230)

 
Unión de Juventudes por el Socialismo

PARTIDO OBRERO
presidencia FUBA


Sociales en su Encrucijada

Otra vez, Nunca más!

Este cuatrimestre no arranca en aguas serenas. En los dos meses de receso, muchas cosas pasaron en el país y en el mundo que repercutirán fuertemente en el desarrollo de nuestra cursada.

Una vez más debemos soportar en América Latina golpes de Estado militares, y la intervención del imperialismo norteamericano para aplastar cualquier intento, por más mínimo que sea, de independencia nacional. La lucha contra el golpe de Honduras se encuentra de la mano con la lucha contra la instalación de nuevas bases militares norteamericanas en el continente. Una vez más se coloca en el centro de la escena el rol de los gobiernos latinoamericanos que han salido a negociar con los golpistas en lugar de poner el conjunto de los recursos humanos y materiales de sus Estados para aplastarlos.

El final de los K

Por estos pagos, la cosa no se encuentra más tranquila. El gobierno ha tomado el programa de la oposición derechista que lo derrotó en las últimas elecciones para descargar sobre las espaldas de los trabajadores las consecuencias de una crisis capitalista que ya se ha cobrado 400.000 despidos y suspensiones y una fuga de 20.000 millones de dólares en el último año. El gobierno de los Kirchner, sin embargo, se encuentra amenazado. Con naturalidad, uno puede leer en los editoriales de la prensa todas las hipótesis de su reemplazo anticipado, y las diferentes opciones existentes para su reemplazo. El gobierno nacional y sus intelectuales del espacio “carta abierta” que tanto han hablado de los “aires destituyentes” de la oposición sojera, han optado por el diálogo y los acuerdos con la oposición derechista. Como prenda de unidad para cada acuerdo firmado han puesto a la universidad en el rol de escribano. Ahí tenemos entonces el aval de la UBA al saqueo de los fondos del ANSES para subsidiar a las automotrices en detrimento de las jubilaciones. O la participación de la UBA en el Consejo Académico de supervisión del INDEC, integrado también por representantes de los bancos, la UIA y bolsa de comercio.

La UBA se mete

Las elecciones de consejeros directivos que se realizarán en toda la UBA determinarán la composición de la asamblea universitaria que elegirá al próximo rector. Una vez más, será la reaccionaria asamblea universitaria, con una proporción minoritaria de estudiantes y docentes, la que elegirá en este caso si prorroga o no el mandato de Hallú, quien asumió reprimiendo estudiantes en el congreso, repartiendo promesas de presupuesto y democratización, y concluye incumpliendo todas y cada una de las mismas, en un consejo superior que funcionó durante todo su mandato rodeado de vallas y de la policía federal, en una universidad que literalmente se cae a pedazos.

Hallú, que gobernó la UBA gracias al acuerdo de los autodenominados “decanos progresistas” (¡ahí metido esta el nuestro!) y la derecha radical (¡que tuvieron de aliados a la UES de Sociales!), tiene hoy en dudas su continuidad. El fracaso de las gestiones progresistas y su incapacidad para enfrentar a la derecha universitaria le dejó liberado a ésta el terreno para poner un candidato propio a los sectores alineados con Cobos y Macri, quienes para ganar tiempo ya se hicieron cargo de la secretaria de Hacienda (la que maneja la plata) de la UBA.

Mientras discuten como ponerse de acuerdo de cara a las próximas elecciones, no dudan un segundo en ofrecer la universidad como garantía de los negociados del gobierno y la oposición: ANSES, INDEC, escandaloso aval a cambio de dinero de la contaminación ambiental de Botnia, mina La Alumbrera…

Sociales debe cambiar

El decano Schuster llega al final de su segundo (y último) mandato con una facultad fragmentada en varias sedes, con problemas presupuestarios, y con cientos de docentes trabajando gratis. Schuster se va sin cortar la cinta de inauguración del nuevo edificio, algo que prometió en su asunción hace ya 8 años. 

El retiro de Schuster, no obstante, no le pone un final al conjunto de funcionarios que acompañó su gestión. Por el contrario, la totalidad de los que sostuvieron a Schuster como decano hoy se sacan los ojos por garantizar la continuidad de una gestión que nada tuvo para ofrecer al conjunto de los docentes, no docentes y estudiantes de la facultad. Por este motivo, las camarillas que formaron parte de la gestión Schuster preparan su reemplazo reivindicando la totalidad de lo actuado.

La candidatura del actual vicedecano Damián Loretti a decano representaría no solo la continuidad académica y política de la dirección de la facultad, sino un reforzamiento de sus ligazones con el gobierno nacional, rasgo distintivo de la gestión Schuster sobre todo en el ocaso del kirchnerismo. La derrota del gobierno nacional en las últimas elecciones nacionales profundizará la debacle de una gestión que ya nada puede ofrecer.

Loretti representa al mismo tiempo el alineamiento de la facultad con el gobierno nacional y con las camarillas que dirigen la facultad. Por este motivo, la pata estudiantil de su proyecto está representada por la UES, quienes participan junto a la Franja Morada en la misma lista de Consejeros Superiores que votaron al rector Hallú. No sería de extrañar que la UES se junte en Sociales con sus socios radicales de la UBA y el resto de las fuerzas k de la facultad.

El enorme esfuerzo que todos los miembros de la gestión Schuster se encuentran haciendo para ir juntos sólo pone de manifiesto el carácter camarillesco de los mismos y su lejanía con cualquier tipo de transformación social de la facultad. A pesar de los esfuerzos, es probable que una parte de la gestión, afectada por un mal lugar en la repartición de cargos, se presente en una lista distinta a la de Loretti, aunque las dos serán apadrinadas por Schuster. Las agrupaciones de docentes y graduados que sostuvieron a Schuster lejos están de cuestionar el proyecto político y social de la actual gestión. No sería de extrañar que un sector del movimiento estudiantil que se reivindica “independiente” se meta de lleno a apoyar esta lista de supuestos conversos. La falta de pronunciamientos políticos de las agrupaciones estudiantiles a menos de un mes de las elecciones obligatorias, deja entrever negociaciones poco transparentes. 

Las próximas elecciones obligatorias deben ser aprovechadas como una excelente oportunidad para contraponer un proyecto alternativo de facultad, cuestionando la actual orientación política, académica y social de una gestión que por su ligazón con el gobierno nacional, cercenó la posibilidad de HACER CIENCIA SOCIAL en nuestra facultad.  

El CECSO ausente

La magnitud y la cantidad de los desafíos planteados parecen no hacer mella en la conducción del Centro de Estudiantes, quienes han comenzado el cuatrimestre como si nada pasara. Han tenido que alejarse tanto de la realidad para no verse obligados a fijar posición con respecto a los verdaderos problemas de la universidad, que se han inventado un mundo de fantasías donde el movimiento estudiantil de la facultad se ha puesto de pie gracias a la creación de decenas de comisiones (que no existen, o no funcionan), a una nueva ¡pagina Web!(¿?), y, por supuesto, cómo olvidarlo, ¡al techado del bar de MT! ¿A dónde marcha el Tren?

El triunfo del Tren en las últimas elecciones sirvió para poner de manifiesto que la participación estudiantil no es abstracta. Que la misma no responde a quien sea el que interpele, sino a cuál es el motivo de la interpelación. Por este motivo, la política de la actual conducción del CECSo ha vaciado la participación estudiantil en nuestra facultad. Por más interesante que resulte para algunos la construcción de una huerta orgánica en la facultad, nadie piensa que con eso se va a refundar el movimiento estudiantil de sociales. Este camino lleva al Tren a la misma estación que un sector de la gestión, por lo que no sería extraño que apoyaran a los candidatos de la pata disidente de los Schusteristas sin cargo en la gestión Loretti.

Formemos un gran bloque político de izquierda para trasformar la facultad

Las elecciones universitarias deben ser abordadas de acuerdo al conjunto de los grandes problemas señalados. Nuestro planteo parte de contraponerle a una gestión en descomposición, aliada con un gobierno en bancarrota, un bloque político con un programa de transformación social de la facultad. Para esto, es necesario recuperar la historia de Sociales, contraponiendo, carrera por carrera, programas políticos y candidatos que representen otra orientación social a la desarrollada por las gestiones que gobernaron los últimos 8 años de la mano de Schuster. Para encarar este gran desafío resulta imprescindible formar un gran bloque político de izquierda, independiente de la gestión y del gobierno nacional, integrado por docentes, graduados y estudiantes, capaz de elaborar un programa de facultad distinto al actual, al servicio de los intereses del pueblo trabajador. Llamamos al conjunto de los estudiantes de la facultad a sumarse a este gran desafío. 

 
PLENARIO ABIERTO DE SOCIALES
– 29 DE AGOSTO – 14HS – SEDE MT

UNION DE JUVENTUDES POR EL SOCIALISMO

PARTIDO OBRERO
Sociales